En el Movimiento Scout.
Educamos para la libertad y buscamos desarrollar la capacidad de pensar antes que la adquisición de conocimientos o habilidades específicas.
Fortalecemos en los jóvenes la voluntad de optar por una jerarquía de valores que otorguen a sus vidas un argumento y los invitamos a ser coherentes con esa opción.
Caminamos en la búsqueda de un ser superior y pedimos a nuestros miembros vivir auténticamente su fe, ser fieles a la religión y dar testimonio de ella.
Creemos en la familia , raíz integradora de la comunidad y centro de una civilización basada en el amor, la verdad y la justicia.
Creemos en la justicia social como exigencia de un desarrollo humano y sustentable. Impulsamos a los jóvenes a servir en la comunidad y a comprometerse en su desarrollo como expresión de su solidaridad con los demás.
Aspiramos a un mundo fraterno , en el cual los jóvenes pueden crecer y realizarse en plenitud. Fomentamos en ellos la lealtad a su país y el amor a la propia tierra, su pueblo y su cultura, en armonía con la promoción de la paz.
Promovemos la hermandad mundial entre los jóvenes y la cooperación internacional entre los países y las organizaciones.
Estimulamos en los jóvenes su aprecio por el mundo natural y su compromiso con la integridad del medio ambiente. Privilegiamos la vida en naturaleza como experiencia educativa.
Formamos ciudadanos responsables que comprenden la dimensión política de la vida social, que asume un lugar constructivo en la comunidad y que toman sus opciones guiados por los principios scout.
Propiciamos que los jóvenes y adultos compartan la tarea del crecimiento común en una relación que fomente el diálogo, la comprensión y la participación. En este encuentro generacional privilegiado, la autoridad actúa al servicio de la libertad de los jóvenes.